N°3. Millie Zurita, corazón y palabras



Texto: Yurimia Boscán


 
Estoy accidentado entre mis brazos.
Somos una calle
por donde pasó un agua que no vuelve.
Toda puerta es el ala de un pájaro herido,
el ejercicio del adiós…

Carlos Angulo




 
La ciudad de Los Teques fue la casa grande de Millie Zurita, casa que anduvo a su antojo taconeando de un lado a otro para retratarla con sus ojos profundos, hurgando entre sus habitantes para sacar de ellos, aquellas historias que resaltaran el lado más humano de cada protagonista.

Y es que recordar a Millie es festejar su sonrisa anclada en un rostro que chispeaba luz, es celebrar las palabras que brotaban de su ágil pluma, es cantar a dúo con la solidaridad y el compañerismo en cualquier lugar…

 

Teclear y teclear como signo de vida
Teclear y teclear como signo de amor
Teclear y teclear buscando la justicia
Teclear y teclear buscando la verdad
Tecla y mirada limpia
Tecla y sonrisa, tecla y noticia, tecla y afán

Millie Zurita, corazón y palabras, la de ojos profundo color de los pozos

Millie Zurita fue una aguerrida periodista que se destacó en todas las fuentes que debió cubrir en su día a día, respetando con celo la información que hacía llegar a las manos de un público que admiraba su verbo certero apegado a la verdad…
Impulsó la Cámara de Pequeños y Medianos Empresarios del Estado Miranda, hizo brillar el periodismo con su impecable trabajo como jefe de Información de un diario local, y dejó su sello personal en los numerosos reportajes que hiciera a los más destacados valores de la comunidad tequeña, en un hermoso gesto de reconocimiento público a aquellos seres cuya obra y trayectoria se diluía en el devenir ingrato de la vida



Desde muy joven, Millie descubrió que se sentía inmensamente atraída por las artes, poniendo de manifiesto una sensibilidad como pocas que la unió para siempre a artistas como Edgar Corrales, su amigo incondicional, quien como tributo a su belleza, erigió una hermosa escultura que adorna los predios de la plaza Bolívar de Los Teques, y cuyo nombre se adelantaría en años, a esa condición que Millie descubriría con la llegada de sus hijos: La madre


De hermosa voz, de extraordinario oído musical, enamorada de la poesía y la plástica, Millie cultiva la amistad y la palabra tejiendo una red infinita de afectos entre quienes compartieron sus años mozos rebosantes de talento…

Los nombres de los amigos de la vida florecerían en sus labios hasta el final de sus días, como una enumeración caótica, como letanía repetible destinada a atrapar la posibilidad de verlos una vez más…


Pero sus eternos amigos, los irreverentes a los que tanto quiso Millie, y que tanto la quisieron, debieron conformarse con elevar plegarias y agitar pañuelos blancos para decirle adiós…
 Pocas personas han puesto tanto empeño en armar  su propio rompecabezas familiar. Para Millie la  premisa más importante era ser feliz y poder levantar un hogar como el que había tenido y compartido con sus hermanas y hermano. 

Su mamá Josefina fue para ella el lucero silencioso que la guió en el mapa de su vida, marcando con solidaridad el nudo amoroso en la crianza de los hijos…


Josefina fue la madre a tiempo completo, la que Millie recordaba como sinónimo de comida tibia, de tareas escolares, de cataplasmas y guarapos… fue  el modelo de camino que Millie nunca dejó de abonar, con su mano atenta para extenderla a quien la necesitase.
 
Sus hijos César, Francisco y Daniel fueron para Millie la baranda que la sostuvo en la adversidad…Por ellos luchó a brazo tendido contra una terrible enfermedad, esperanzada en que el amor profundo que les tenía, ganara la desigual batalla…
Su temprana partida dejó a sus niños, a su familia y a sus amigos, haciéndose preguntas y buscando respuestas… mientras llegan algún día, su ausencia destila flores de “nomeolvides” para llevarla prendida en el corazón…

Cada tarde, cuando el tiempo de la vida permitía el compartir cercano, Millie enumeraba las hazañas de sus tres varones: las gracias y progresos del pequeño Daniel, y el talento musical de sus dos hijos mayores, quienes sorprendieron a propios y extraños con la ejecución del cuatro y la guitarra, rasgando melodías para hacerle marco a la dulce voz de su madre entonando la trova cubana.

Millie nació un 7 de mayo en la mitad de la década del 60, en medio de un tiempo que hablaba de cambios y revolucionaba a la sociedad…Tal vez de allí su espíritu libre, sus fuertes convicciones y sus ideales por un mundo mejor…

En cada lugar donde trabajó, dejo la estela de su magia y su carisma…Millie era calma y tempestad; era arrullo y voz de mando; tierna, pero implacable con la injusticia…Millie era una soñadora que buscó el amor hasta encontrarlo, hasta bebérselo a grandes sorbos, hasta desmenuzarlo en la entrega última para dejarlo ir…
Los astros vuelven con su cola
a trastocar la costumbre.
Anuncian hecatombes
y promesas lastimeras.
Eros y Psique se arrasan
en una vorágine terrible de cuentas por pagar.
Cada uno debe al otro.
A la hora de cobrar, de nada sirven gritos 
y silencios.
¡Hágase la luz!
y se derramó la esperma.
As de espada y Marte copulando…
Runas hechas deslave,
marea roja,
borrasca…



Millie Zurita partió a otras esferas la mañana del 20 de noviembre de 2011… Ahora sólo el viento puede tocarla y traerla hasta nosotros con todo su frescor,  y aunque su partida fue temprana, nadie puede dudar que Millie nos dejó… su corazón y palabras…







9 comentarios:

  1. Simplemente hermoso!.....

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  2. Gracias Yuri. Carleth.

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  3. Me he enterado recientemente de esta desgraciada noticia. Compartí con ella en el Diario La Región un tiempo feliz. La redacción éramos dos muchachos, ella seria, ponderada y rigurosa, y yo reportero de lo sensacional, sin demasiadas tintas. Le perdí la pista cuando dejé de trabajar en Los Teques, pero la recuerdo siempre alerta y siempre amable. Que descanses en paz, Millie.

    Armando J. Pernía

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  4. Me he enterado recientemente de esta desgraciada noticia. Compartí con ella en el Diario La Región un tiempo feliz. La redacción éramos dos muchachos, ella seria, ponderada y rigurosa, y yo reportero de lo sensacional, sin demasiadas tintas. Le perdí la pista cuando dejé de trabajar en Los Teques, pero la recuerdo siempre alerta y siempre amable. Que descanses en paz, Millie.

    Armando J. Pernía

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  5. Yo solo dire que fue un honor ser parte del grupo de enfermeras que te cuido mientras estuviste recibiendo cuidados médicos. que a pesar de toda circunstancia la sonrisa siempre estuvo presente y que ese valor esa fuerza y valentía nunca dejo de ser parte de tu vida. Tu familia un amor completo y entregado a ti y eso solo dice lo grande que fuiste y seras siempre para ellos. Gracias doy a Dios por haber permitido conocer ese grandioso ser humano que fue Millie Zurita. Descansa en paz.

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  6. Amiga siempre, jefa de temple y perfección. Qué de momentos de crecimiento juntas nunca olvido tus orientaciones, tu risa y esa taconeo en nuestro diario. Hasta siempre amiga mia.

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  7. Lamento profundamente la partida temprana de Millie. La conocí como Jefa de Información del Diario Avance, en el que laboré como reportero hace más de diez años. Mujer de ideas claras y verbo preciso, guía de varios nóveles periodistas que supo mantener la armonía de su equipo de trabajo, sin altos reproches ni conflictos vacios. Me alejé por un tiempo del quehacer noticioso de Los Teques y en el inmenso universo de datos que transita por Internet me he topado con este texto cargado de amor y de nostálgica despedida. Feliz viaje Millie.

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  8. Hace un par de semana estaba limpiando una gaveta y tenía un sobre con papeles viejos y tarjetas de presentación de hace muchos años, entre esas tarjetas tengo la de Millie Zurita de los tiempos cuando era la encargada de prensa de Fedeindustria. La conocí en el 92 cuando el congreso de Fedeindustria tuvo lugar en San Cristóbal y yo estaba a punto de terminar la universidad y me mantuve en contacto con ella por cierto tiempo luego de que me gradué y comencé a trabajar como reportero. Me dió muchos consejos y me puso al tanto de cómo eran las cosas en las redacciones, Siempre pensé que fue una persona con una gran calidad humana. La semana pasada me dió por deshacerme papeles viejos y encontré su tarjeta. Anoche me puse a buscar en Google a gente que conocía en Venezuela, y recordé a Millie y me encontré con este blog. Veintitrés años mas tarde y en otro continente aún la recuerdo, con su risa contagiosa y su personalidad calida y energética. Millie, donde quiera que te encuentres espero que estés en paz y rodeada de luz, tu recuerdo forma parte de mis recuerdos como periodista en Caracas.

    José Figueredo
    Montreal, Canadá

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  9. josefina Rodriguez Martinez21/4/19, 22:12

    Querida Millie, compañera de estudios desde el kinder y vecinas por parte de su abuela Ana que muchas risas llevo a mi casa, recuerdos bonitos desde la niñez hasta encontrarnos en los pasillos de la universidad, me dolio mucho saber que te nos adelantastes y donde quieras que estes, deseo mucha luz para ti.

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